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Mostrando entradas de febrero 25, 2007

Los nogales y José Martínez de Mazas

Valdepeñas no podría entenderse ni conocerse sin sus nogales. Debe de ser el árbol más apreciado y valorado por los hortelanos, desde siempre. En sus huertas no faltan esbeltos nogales, con sus sombras amplias y frescas, y su nido de oropéndola (ésto ya es más raro de ver), y el otoño valdepeñero no podría entenderse sin sus nueces y sin los dulces hechos con la nuez. Al igual que el verano no podría imaginarse sin su sobra fresca y húmeda. La nuez es un elemento principal de la gastronomía valdepeñera y no se podrían entender sus dulces sin ella. Los nochebuenos no sería lo que son sin la tostada y dulce nuez que los corona. Desde siempre llamaba la atención a los antiguos la abundancia y riqueza en nogales de Valdepeñas. Uno de aquellos escritores antiguos que destacaron las excelencias de las nueces fue el ilustrado José Martínez de Mazas (el Deán Mazas), que en su obra Retrato al natural de la Ciudad de Jaén lo citaba, diciendo que eran tan gordas como huevos. Ahora sabem

Los hijos de San Ignacio en Valdepeñas

La presencia de los jesuítas en Valdepeñas es un tema que me ha interesado desde que pude averiguar que los jesuítas tenían propiedades en Valdepeñas, supongo que sería en algún artículo que analizara en Catastro del Marqués de Ensenada, no lo recuerdo. Pero no sabía de la presencia "personal" de la Compañía en la ciudad. Es algo que descubrí hace relativamente poco, al interesarme por un clérigo de menores, D. Bernardo Ortega Gámiz, y su donación a la Compañía de Jesús de todos sus bienes (que eran muy amplios). Al margen de ésto, encontré ayer leyendo una referencia en Alfredo Cazabán (Cosas de Antaño 1892), que dice lo siguiente, hablando de los jesuítas en Jaén: "Mediado el siglo, les dejó sus cuantiosos bienes D. BernardoOrtega y Gámiz, clérigo, vecino de Valdepeñas, para que estableciesen cátedras de primeras letras y gramática, aumentando la dotación de las cátedras de filosofía y teología, pero a condición de que fueran cada tres años a predicar a la dicha villa

Para la Librería de Don Lope

Acabo de regresar de unos días de descanso y vacaciones por Jaén, que no sé si son bien merecidos o no, pero que me han servido para descansar, leer un poco y estar con la familia y la gente que aprecio. Ha llovido bastante y las salidas al campo han sido contadas, así que dejo para otra ocasión la sección "impresiones del viaje en la naturaleza", je. De regreso, ahora, me espera trabajo, trabajo y trabajo. Cosa que no está mal (y no me quejo) y en la que desde ahora mismo espero estar a pleno rendimiento. Bien, pues, desde hace algún tiempo he tendio intención de comentar las lecturas que sobre Jaén hacía o sobre libros de Jaén que me interesaban. Lo he materializado en una sección que creé hace unos días por éste blogger y a la que le he puesto el nombre cazabanesco de "Para la Librería de Don Lope". Que para los que no lo sepan, era la sección que en la Revista Don Lope de Sosa ocupaba el comentario de libros y trabajos que llamaban la atención a su director y