Si entráis en las dulces vegas del Susana por la carretera que viene de Granada, dejando a vuestra espalda el hermoso valle del Genil, entráis poco a poco en una tierra áspera, a veces de rocas desnudas, a veces de lomas pétreas altas, muy altas, que un tiempo estuvieron pobladas de chaparros y de añosos quejigos y hoy están desnudas por los carboneros y los pastos abusivos. En los valles de éstas montañas nacen manantiales muy fijos; yo los he visto correr siempre, ahora menos caudalosos. Te vas asomando a las carreteras del Susana, más bien caminos vecinales, que serpentean por el valle desde los puertos hasta el viejísimo pueblo de Susana, que en otros tiempos fue colonia de campamentos romanos. A éste valle siempre verde, muy castigado por la avaricia de los hombres, que en otros tiempos tuvo otro nombre, desde la repoblación efectuada en tiempos de la reina Juana I se le llama, lo llamaron en la Reconquista, Valdepeñas, o valle peñascoso o hundido entre los valles de las enormes ...
Blog personal de José Manuel Marchal Martínez - Reflexiones e Historia de Valdepeñas de Jaén (jose.marchal@gmail.com)