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Mostrando entradas de junio 25, 2006

La Iglesia Parroquial de Santiago

El templo, cuyo titular es el Apóstol Santiago desde la misma fecha de la fundación material del mismo, es un rectángulo de 33.2 x 15 metros, de planta basilical con tres naves y una capilla mayor en la cabecera, sobresaliente sobre el resto de capillas. Su aspecto exterior, es muy austero y destaca el corte irregular de la piedra. Tiene tres puertas, dos laterales abiertas y una principal, cegada para alojar la capilla bautismal, en el siglo XIX. Sobre su arquitecto se barajan distintas posibilidades: Andrés de Vandelvira, Alonso Barba y Francisco del Castillo, aunque parece ser obra del último. Comenzó su construcción el 1539, fecha de la Fundación, con un sencillo acto de consagración y erección canónica, colocándose una cruz en el lugar que debía de ocupar la capilla mayor, terminándose en lo esencial hacia 1582, año de la muerte del cantero que la ejecutó, Domingo de Uribe, aunque su proceso constructivo concluye con la construcción del nuevo coro elevado en 1828, siendo obispo D.

El Molino Alto de Santa Ana

El Molino Alto de Santa Ana, testigo del tiempo, la historia y las circunstancias. Fotografías: Francisco Armenteros Caballero .

La Puerta del Pósito

Un hecho fortuito originó un descubrimiento muy revelador. Un incendió destruyó un antiguo trasformador eléctrico en el centro de Valdepeñas de Jaén, justo en la pared oeste de la Iglesia Parroquial de Santiago, donde estaba desde que la electricidad llegó a Valdepeñas allá por el año 1921. Al arder y demolerse ese horrible añadido a la arquitectura del renacimiento apareció un elemento del que algunos teníamos sopechas, una puerta cegada de acceso al templo, una puerta cargada de historia. La tradición arquitectónica de la provincia tiene su origen y influencias en la obra de una arquitecto del renacimiento que revolucionó la estética constructiva, Andrés de Vandelvira. Con la Fundación de Valdepeñas esa estética y esas ideas constructivas y urbanísticas se plantean firmemente desde el punto de vista práctico. El encargado fue el artista Reolid, el fundador de la escuela giennese de escultura, según José Domínguez Cubero. Reolid planificó un entramado urbano rectilíneo, lógico en un

Lázaro de San Juan, Ermitaño de Chircales

Chircales es un paraje de gran belleza, natural, histórica y artística. Merece siempre una visita detenida. Contiene muchos detalles que al viajero y visitante se le escapan y volver se hace obligado. Uno de esos detalles es el Santuario del Cristo de Chircales, una devoción "cristológica" muy antigua y muy influyente en la religiosidad popular y oficial desde el siglo XVI hasta hoy mismo. Chircales y su Santuario son un eremitorio (con todo lo que implica ese término), desde que tras la reconquista el paraje se consolidase como un núcleo "urbano" en el que vivían retirados una serie de varones dedicados a la oración y a la contemplación de la naturaleza. Su periodo de esplendor se da con la fundación y desarrollo posterior de la población "ex-novo" de Valdepeñas de Jaén, cuando de una puntual obra de arte nace toda una devoción y una religiosidad, nacida del ascetismo y de una peculiar forma de ver la fe desde la mente del hombre del barroco. Hoy quiero