Catalina Cortés
En la villa de Valdepeñas a treinta días del mes de diciembre de mil setecientos cuarenta años fue sepultado el cadáver de CATALINA CORTÉS, mujer de Juan Martínez de Lara, vecina que fue de esta villa, con entierro mayor, Misa y vigilia, la cual hizo su testamento el día trece de este presente año de la fecha, otorgó su testamento por ante don Juan Rubio, escribano público de esta villa, por el cual mandó por su última disposición y en él ordenó que su cuerpo fuese sepultado en la Iglesia parroquial de esta villa en la sepultura que dijesen sus albaceas y que su entierro fuese de medio acompañamiento con Misa y vigilia siendo hora, y sino el siguiente día, y Misas de cuerpo presente por los sacerdotes de esta iglesia y asimismo mandó que por su ánima e intención se dijeran CIEN Misas rezadas, las treinta de ellas en la parroquial de esta villa pagando por cada una de ellas dos reales de limosna y la colecturía; veinte en el Convento del Señor San Agustín de la ciudad de Jaén, veinte en el del Señor San Francisco de dicha ciudad, diez en el de Carmelitas Descalzos de la dicha ciudad y las veinte restantes en el de Nuestra Señora de la Esperanza de Cazalla, instituto del Señor San Basilio y por todas se pague la limosna acostumbrada
y asimismo ORDENÓ SE LE DIJESE UNA MISA EN EL SANTO CRISTO DE CHIRCALES Y QUE SE PONGA EN SU HERMITA Y SANTUARIO UNA MANO DE CERA.
Mandó a los santos lugares de Jerusalén un real de limosna, otro a redención de cautivos y otro para ayuda a casar huérfanas y dejó por sus albaceas testamentarios a Pedro Cortés, su padre y a Diego Martínez de Lara, su suegro, y por su legítima, única y universal heredera a Ana María Martínez de Lara, su hija y del dicho su marido, como más largamente consta y parece del testimonio del dicho testamento que queda en mi poder, a que me remito para que conste. Yo el colector, doy fe y lo firmé. Juan de Arias y Aranda, rubricado.