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La Cofradía del Cristo de Chircales hace 100 años (1922)

Era hermano mayor de la cofradía don Felipe Romero López, depositario don Juan Romero López y secretario don Luis Galán. Ese año la hermandad tenía su sede en la casa del depositario, y en ella se celebraron algunas de las reuniones. Era costumbre celebrarlas también en la casa del hermano mayor y en la sacristía de la parroquia, dependiendo de la solemnidad de la ocasión. 

Desde el siglo XIX era habitual presentar las cuentas de ingresos y gastos el día primero de noviembre de cada año. La hermandad tuvo ese año unos ingresos de 2313, 65 pesetas. La principal fuente de ingresos ese año fue la entrega de trigo, cebada, alberjones, un melón y garbanzos mediante las ‘posturas del campo y por el pueblo’. También alguien había donado un cántaro y una botija. 


Las posturas. Grupos de hermanos se desplazaban a los cortijos y por las calles de la  ciudad recibiendo la limosna de los devotos del Señor en costales de tela. Todos los granos reunidos eran subastados públicamente. La cofradía obsequiaba a los hermanos con tabaco.


En 1922 se recibieron varios donativos (una cuartilla de trigo por don Juan Rojas Buenaño, otra de don José López, y diez pesetas por parte del Casino). Solo ingresó ese año una hermana, que pagó una peseta.


Por la documentación del Archivo de la hermandad hemos conocido que entre noviembre de 1921 y noviembre de 1922 (no conocemos la fecha exacta) la imagen del Cristo de Chircales había sido trasladada a Valdepeñas de forma extraordinaria en rogativas por el final de la sequía que se padecía, y que tuvo lugar una procesión.


Ese año la parroquia estuvo especialmente adornada para recibir al Señor. Se empleó dinero en reparar las colgaduras, y se compraron cintas de seda para hacer lazos en el altar. Tarea que hacía el sacristán. Ese año el sochantre cobró 20 pesetas por cantar en la Fiesta del día 2 y por poner al Señor en las andas. 


También era costumbre arreglar los desperfectos del camino a Chircales, labor que se le encargó a Martín Sánchez.


En las Fiestas de septiembre se contrató a la Banda de Música de Los Villares, a la que se le pagó 550 pesetas.


También era costumbre muy antigua que la cofradía pagara los fuegos artificiales, y que se construyera un ‘castillo’ con cañas recogidas en el río y que se levantara un escenario para la banda de música. Ese año se contrató a un pirotécnico de Fuensanta de Martos, del que no aparece el nombre. Estos trabajos se hacían en coordinación con el Ayuntamiento, que era el que ostentaba la oficialidad de la organización.


Fuentes Archivo de la Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales de Valdepeñas de Jaén: Libro de Acuerdos e Inventario, Cabildo del 11 de junio de 1922, sin foliar. Libro de Cuentas. Cuentas de 1º de noviembre de 1922, sin foliar.





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