Fragmento de LAS CARTAS RÚSTICAS del autor romano ELIANO. Ahora que el tiempo acompaña al tema. Las abejas se encuentran en plena actividad, rellenando sus celdillas con jugosa y dulce miel oscura, de encina, romero y mil flores.

Mis colmenas están vacías. Las abejas han dejado su hogar. Nunca antes se habían escapado, sino que permanecían fieles y vivían en el panal como en su propia casa. Disponían de un prado lleno de rocío y flores que yo les ofrecía como pingüe festín, y ellas, en su excesivo afán por trabajar, me agasajaban a su vez con dulce y abundante miel. Nunca eran estériles sus dulces partos.
Pero ahora se han ido, sin que yo las haya ofendido en nada, lo juro, por Aristeo y por el mismo Apolo. Así que ahora andan fugitivas, su casa está vacía y las flores del prado se consumen de vejez. Cuando recuerdo sus revoloteos y sus graciosas danzas sólo pienso que he sido privado de unas hijas y me ofrezco con ellas.
¿Por qué han abandonado al que las alimentaba, que era como un padre para ellas, a su guardián y protector, nunca ingrato?
Rastrearé sus huellas y averiguaré dónde se han asentado las fugitivas, y por supuesto, quién las ha acogido, ya que retiene en su poder a las que no le pertenencen. Cuando las encuentre no dejaré de reprocharles su traición y su ingratitud.