
Me remite un buen amigo una gran crónica de la pasada Romería del Santísimo Cristo de Chircales. Ilustro la entarda con dos fotografías de la excelente web de fotografía de Juan Almagro. Os la recomiendo.
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Como todos los años alrededor de las 10 y media miembros de la Junta de Gobierno, hermanos y devotos se dispusieron a comenzar el ritual que se viene repitiendo desde los inicios de esta fiesta, allá por los años 40. Este ritual consiste en sacar primeramente las pequeñas andas en las que se dispondrá posteriormente el Sagrado Lienzo, estas se situan en el patio de la entrada a la ermita a ras de suelo.
Posteriormente entre un grupo de personas bajan al Cristo del lugar en el que está en la ermita y lo trasladan hasta las andas, es en estos momentos cuando un sepulcral silencio recorre el alrededor de este pequeño patio y las primeras lágrimas no tardan en llegar y por supuesto los vivas al Cristo, "¡¡Viva el Señor de Chircales!!" grita la gente; parece mentira que aunque uno esté acostumbrado a escuchar esas palabras tantas veces algo dentro de uno siempre se altera .
Una vez que el lienzo es limpiado (con un paño especial) se procede a adornar el paso, este año las flores que se han elegido han sido rosas de varias tonalidades como se puede observar en la foto anterior. Un reguero de personas se disponen a pasar sobre todo pañuelos por el marco del Cuadro, pañuelos que pasarán por los cuerpos de sus familiares enfermos, pañuelos llenos de fe. Hay que decir que la gente respeta que no se pase nada por el lienzo.
Una vez que todo está preparados sólo queda esperar a que lleguen tanto la hermandad de Jaén como la Matriz de Valdepeñas. Alrededor de las 11 y media cuando ya la pequeña entrada a la ermita está a rebosar de fieles, devotos y hermanos los sones del himno de España dan comienzo a la procesión que llevará al Cristo hasta el lugar donde se realizará la Santa Misa, una Misa que en partes de la misma es cantada con repertorio rociero componentes de la "coral Cristo de Chircales".
Cuando finaliza la Misa el cortejo se dirige de nuevo hacia la ermita, y de nuevo el himno nacional despide al Cristo de todos los allí congregados.
Durante toda la tarde el ir y venir de personas hasta el interior de la ermita es constante, para asistir al rezo de "Las flores", (ya que estamos en Mayo), y para ver al Cristo, rezarle y de paso comprar recuerdos, recuerdos en forma de rosarios, estampas, estadales, etc, que irán a parar a sitios tan dispares como Madrid, Barcelona y por supuesto Jaén y el resto de pueblos de la Sierra Sur.
Y es que como dice la gente "Allí donde haya un valdepeñero siempre debe de haber algo que recuerde al Cristo de Chircales". En cualquier lugar, una fachada, el interior de una casa, en un coche, etc, siempre hay una imagen de este Cristo tan venerado en un lugar de preferencia. Qué razón tiene la gente al decir la frase esa, y es que donde hay un valdepeñero siempre está el Cristo de Chircales, ya que cada uno de nosotros vivamos donde vivamos llevamos la imagen de Cristo en el Calvario en nuestos corazones.
No puedo terminar esta crónica sin decir esa frase que siempre se repite, pero que siempre te encoge el corazón: ¡¡¡Viva el Señor de Chircales!!!, ¡¡¡Viva su Santísima Madre!!!.
Pedro Martínez Rivilla, Mayo de 2008
