Descripción en Octavas de la Villa de Quesada (fragmentos)
Por el Maestro Cristóbal Ruiz de Villaviciosa y Villalta, Prior de Valdepeñas de Jaén
-
A Tíscar llega, villa inaccesible,
de peñas y maleza montuosa.
A don Pedro parécele imposible
ganalla, por fuerte y populosa,
de mucha vecindad, gente terrible,
si no es con ayuda milagrosa;
y advirtiendo que el sitio es tran estrecho
reparte el campo para hacer su hecho.
-
Detrás de Peña Negra, en la cañada,
dejó parte de gente a punto puesta,
entre encinas y peñas emboscada;
con todala demás subió la cuesta
con caja y bandera apresurada
pasó el puerto y a un lado se recuesta,
y por el puerto Ausín rompió a la izquierda
hasta entrar por el paso de Belerda.
-
El Infante don Pedro valeroso,
fue segundo Davida contra gigante,
que con brazo de Dios más valeroso,
el cuello sujetó ás importante.
Grita, anima su ejército famoso,
y con picos barrena en un instante,
haciendo a los soldados un portillo.
Y el enemigo se subió al castillo.
-
Donde se hicieron fuertes los que entraron,
aunque todos en lo alto no cupieron,
en el alto peñasco se salvaron,
los de las plantas ligeras ue huyeron;
a los demás los pechos barrenaron,
y el alma pertinaz al centro dieron.
Mahomad Andón, siguiendo sus porfías,
estuvo allí sitiado muchos días.
-
Y un día que se vio muy apretado,
que su gente en la defensa afloja,
levanta el fiero brazo arremangado,
y dice en alto voz: -Nadie despoja
auqueste pecho, de valor cargado.
Y del alto castillo el cuerpo arroja,
diciendo: -Tú Mahoma, bien lo sabes,
que a ti solo te entrego aquestas llaves.
-
Luego el Infante en todo se apodera,
más todavía por ganar le falta
el atalaya y diez con la bandera.
Inaccesible al pájaro, que salta
como colmillo o gavia de galera,
en forma de pirámide muy alta,
compite con las nubes, de una pieza,
de Pedro Díez por éstas diez cabezas.
-
Aquí la bella imagen de María,
consuelo de los muertos y los vivos,
como el aurora clara luz del día,
consolaba en su pena a los captivos,
dándoles tolerancia y alegría,
en su prisión y males excesivos,
en dos mazmorras de cristianos llenas,
que tenía Mahomad con sus cadenas.
-
Y aunque en la cueva el agua la arrojaban
los moros ciegos, se volvían al instante
a su propio lugar do la quitaban,
y a su pesar se les ponía delante.
El Alcaide infiel la acuchillaba,
más su castigo tuvo el arrogante,q
ue si desde la peña la ha arrojado
él al infierno fue precipitado.
-
Don Pedro y el prelado toledano
diligentes buscaron, un moro anciano,
que desta imagen vio lo portentoso
y con otros quedaba a ser cristiano
desde el risco, dice pavoroso,
sacrílego Mahomad la arrojó insano.
Bajan, ven sus fragmentos, todos lloran;
El prelado los junta y los adoran.
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Por el Maestro Cristóbal Ruiz de Villaviciosa y Villalta, Prior de Valdepeñas de Jaén
-
A Tíscar llega, villa inaccesible,
de peñas y maleza montuosa.
A don Pedro parécele imposible
ganalla, por fuerte y populosa,
de mucha vecindad, gente terrible,
si no es con ayuda milagrosa;
y advirtiendo que el sitio es tran estrecho
reparte el campo para hacer su hecho.
-
Detrás de Peña Negra, en la cañada,
dejó parte de gente a punto puesta,
entre encinas y peñas emboscada;
con todala demás subió la cuesta
con caja y bandera apresurada
pasó el puerto y a un lado se recuesta,
y por el puerto Ausín rompió a la izquierda
hasta entrar por el paso de Belerda.
-
El Infante don Pedro valeroso,
fue segundo Davida contra gigante,
que con brazo de Dios más valeroso,
el cuello sujetó ás importante.
Grita, anima su ejército famoso,
y con picos barrena en un instante,
haciendo a los soldados un portillo.
Y el enemigo se subió al castillo.
-
Donde se hicieron fuertes los que entraron,
aunque todos en lo alto no cupieron,
en el alto peñasco se salvaron,
los de las plantas ligeras ue huyeron;
a los demás los pechos barrenaron,
y el alma pertinaz al centro dieron.
Mahomad Andón, siguiendo sus porfías,
estuvo allí sitiado muchos días.
-
Y un día que se vio muy apretado,
que su gente en la defensa afloja,
levanta el fiero brazo arremangado,
y dice en alto voz: -Nadie despoja
auqueste pecho, de valor cargado.
Y del alto castillo el cuerpo arroja,
diciendo: -Tú Mahoma, bien lo sabes,
que a ti solo te entrego aquestas llaves.
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Luego el Infante en todo se apodera,
más todavía por ganar le falta
el atalaya y diez con la bandera.
Inaccesible al pájaro, que salta
como colmillo o gavia de galera,
en forma de pirámide muy alta,
compite con las nubes, de una pieza,
de Pedro Díez por éstas diez cabezas.
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Aquí la bella imagen de María,
consuelo de los muertos y los vivos,
como el aurora clara luz del día,
consolaba en su pena a los captivos,
dándoles tolerancia y alegría,
en su prisión y males excesivos,
en dos mazmorras de cristianos llenas,
que tenía Mahomad con sus cadenas.
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Y aunque en la cueva el agua la arrojaban
los moros ciegos, se volvían al instante
a su propio lugar do la quitaban,
y a su pesar se les ponía delante.
El Alcaide infiel la acuchillaba,
más su castigo tuvo el arrogante,q
ue si desde la peña la ha arrojado
él al infierno fue precipitado.
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Don Pedro y el prelado toledano
diligentes buscaron, un moro anciano,
que desta imagen vio lo portentoso
y con otros quedaba a ser cristiano
desde el risco, dice pavoroso,
sacrílego Mahomad la arrojó insano.
Bajan, ven sus fragmentos, todos lloran;
El prelado los junta y los adoran.
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