La portada barroca de la Calle Ánimas sintetiza un estilo que cuajó ampliamente en Valdepeñas. Su piedra rojiza, marmólea, su arquitectura y plasticidad nos recuerdan un siglo XVII de prosperidad y desastre. Una época muy cruda, difícil de sobrellevar y en la que la muerte estaba muy presente. Convivían con ella a diario.
Valdepeñas condensa, todavía hoy, un buen número de ejemplos de arte barroco. Aunque las pérdidas sufridas en la Guerra Civil (entre las que se encuentran la totalidad del patrimonio parroquial con algunas excepciones) casi dejan a Valdepeñas sin ejemplos de ésta época.
Hoy vengo a colgar una serie de imágenes "poco vistas" del patrimonio artístico. Imágenes que a un visitante puntual puede costar ver, pero que conviven diariamente con los habitantes de la ciudad.
En el caso de la portada barroca de la Calle Ánimas, se trata de una portada barroca de piedra roja marmólea, de las cercanas canteras de El Papel, y que presenta un exquisitez y fineza arquitectónica, digna de no olvidar. Es una portada adintelada con dos alturas. La primera, la de la puerta, recuerda mucho a la portada neoclásica de la Iglesia de San Sebastián, aunque por su segundo cuerpo nos remite a las esencias barrocas. Un barroco tardíó, desde luego, pero evidente en el frontón curvo y en la decoración vegetal.
Otro de los "grandes desconocidos" del barroco valdepeñero son los herrajes, el arte en hierro. Antes abundaban los ejemplos de balcones hermosos, sobrios y sencillos, de una antigüedad evidente, pero ahora cuesta bastante encontrarse con algún ejemplo. Quedan muy pocos.
Traigo hoy las herrerías del llamador de la Iglesia Parroquial de Santiago, que están pintadas, pero de las que se dejan ver, todavía, motivos clasicistas, de los que eran gustosos los valdepeñeros del siglo XVI. Sabemos que es obra barroca porque en los Libros de Fábrica aparece consignado el pago de las puertas y los "fierros", en los primeros años del siglo XVII. Hierros antiguos con resonancias eternas.
Forjas y herrajes. Ventanas y balcones de los que van quedando pocos ejemplos. Otro ejemplo es la bella reja de la Calle Sol, antiguamente dedicada al insigne Juez Juan de Rivadeneira por influjo del Cronista Alfredo Cazabán. Sencilla, elegante y coronada por la cruz en triunfo, símbolo antiguo y complejo del cristianismo. Cruces de hierros en Valdepeñas. Cruz de la torre parroquial, Cruz de la Calle Sol.
