El Archivo de la Parroquia de Santiago Apóstol de Valdepeñas de Jaén es una fuente documental de primer orden para el conocimiento de la historia social y religiosa de la ciudad. Cualquier estudio riguroso sobre Valdepeñas debe de tener en cuenta el importante conjunto documental del archivo parroquial. Actualmente se conserva un gran fondo documental para tratarse de una parroquia pequeña, comprendiendo legajos y libros de gran interés histórico y bibliográfico.
Todo archivo parroquial está formado por un conjunto de libros de registro (son los más importantes y cuya existencia es obligada desde el Concilio de Trento) de los Sacramentos, que en el caso de Valdepeñas se remontan hasta casi la fecha de la fundación, aunque no es hasta finales del siglo XVI, cuando esa práctica se consolida definitivamente. Por los libros sacramentales tenemos una fuente fundamental del conocimiento histórico y demográfico. En ellos se registran los nacimientos y los bautismos, las velaciones, los matrimonios y las defunciones. Son de mucho interés y bien merecen el mejor de los cuidados, pues son la auténtica memoria histórica (y no la pamplina que algunos se empeñan en sostener como "memoria histórica"). En el caso de algunos registros sacramentales, no están completos, pues faltan registros de años muy calamitosos para la sociedad y la historia (la guerra civil, por ejemplo).
Todo archivo parroquial está formado por un conjunto de libros de registro (son los más importantes y cuya existencia es obligada desde el Concilio de Trento) de los Sacramentos, que en el caso de Valdepeñas se remontan hasta casi la fecha de la fundación, aunque no es hasta finales del siglo XVI, cuando esa práctica se consolida definitivamente. Por los libros sacramentales tenemos una fuente fundamental del conocimiento histórico y demográfico. En ellos se registran los nacimientos y los bautismos, las velaciones, los matrimonios y las defunciones. Son de mucho interés y bien merecen el mejor de los cuidados, pues son la auténtica memoria histórica (y no la pamplina que algunos se empeñan en sostener como "memoria histórica"). En el caso de algunos registros sacramentales, no están completos, pues faltan registros de años muy calamitosos para la sociedad y la historia (la guerra civil, por ejemplo).
En un interesante artículo publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Gienneses, el archivero provincial Juan del Arco Moya ("La destrucción de Archivos en la Provincia de Jaén al Comienzo de la Guerra Civil de 1936-1939, según las fuentes republicanas") analizaba la situación de los archivos giennenses al comienzo de la Guerra Civil y los datos sobre Valdepeñas son reveladores, pues tuvimos la suerte (pocas localidades conservan TODOS sus archivos) de que no sufrieron daños irreparables y fueron conservados en el Ayuntamiento. Teniendo en cuenta que el resto de la Parroquia fue destruida y profanada (con quema de imágenes sagradas y retablos), se comprende que un espíritu conservacionista rodeó el salvamento del archivo parroquial, los objetos de la plata litúrgica y algunas de las ropas del culto que se nos conservan hasta la actualidad, contando también el rescate del lienzo del Crucificado de Chircales, de su segura destrucción.
Otro de los aspectos del conjunto documental de la parroquia son los legajos destinados a registrar la vida cotidiana de la institución y de los organismos que de ella dependía. Por ello encontramos un interesante conjunto de Libros de Fábrica (volúmenes en los que se registraban los ingresos y gastos hechos, con datos muy interesantes desde el punto de vista artístico, pues en ellos se reflejan los encargos de obras de arte a los artistas), Documentación de las cofradías valdepeñeras (a las que otro día dedicaremos más tiempo), Libros de Memorias, Capellanías, Fundaciones Pías, etc.
El archivo valdepeñero posee otra particularidad. Conserva un conjunto de libros antiguos sobre diversos aspectos religiosos, destacando un conjunto de obras de Fray Luis de Granada, Misales del siglo XIX, y una auténtica joya bibliográfica, un código de derecho canónico, impreso en Colonia (Alemania), en 1730, del que no he conseguido encontrar ejemplares similares o parecidos en bibliotecas de temática religiosa de nivel regional y nacional. La existencia de este conjunto bibliográfico se debe a que los libros quedaron adosados a la librería parroquial, a la muerte del Párroco, D. Daniel Parra Sánchez, pues procedían de su biblioteca personal.