El camino hacia Navalayegüa y el Tejuelo es un singular paisaje, lleno de detalles y rincones de belleza. El verano, también es un buen momento para contemplarlos, aunque sea en primavera cuando están más hermosos. en la imagen: Pitillos, visto desde su cara oeste.
El Quejigo de la Cañadilla del Agua, un asombroso ejemplar de los muchos que atesora la sierra de Valdepeñas
Todos en en el tronco del Qujigo de la Cañadilla del Agua
La Encina de Navalayegüa, otro de los "gigantes" de la sierra. Para algunos, escondida y desconocida, un simple "chaparro" desde lo lejos, un asombroso árbol, escondido bajo la montaña, con un tronco y unas ramas impresionantes.
El final del viaje: El Tejuelo, el bosque de tejos más al sur de toda Europa. Allí nos comenzó a llover y dimos por terminado el día en la Sierra.
La fuente calmó nuestra sed.